Por alguna razón el mes de lluvias había sido el mes mas caluroso de todos, casi nadie soportaba el calor y era muy común que la gente saliera a centros comerciales o lugares con aire acondicionado, ese día en especial, ella estaba harta del calor que hacia en su habitación, trataba de concentrarse en el libro que acababa de comenzar a leer pero le irritaba ese "bochorno" que hacia, sin otra alternativa decidió tomar el metro e irse a un centro comercial, lo cual no le salio muy bien ya que en el metro estaba haciendo MUCHO mas calor, pero al final pudo llegar y centrarse en uno de los escaños solitarios del pequeño centro comercial, saco el libro de su bolso y al fin pudo empezar su lectura; se sentía bien y no le molestaba el moderado ruido que producía la gente al pasar en frente.
PERO no paso mucho tiempo para que algo la distrajera, esta vez no era el calor, era un muchacho, un muchacho alto, corpulento, con cabello un poco largo y ojos claros, aunque no fue su físico lo que la distrajo fueron los libros que traía en sus brazos, libros de psicología y en especial el mismo libro que ella estaba leyendo, soltó una carcajada interna por la casi aterradora coincidencia, pero le duró poco, este chico de repente y sin ningún aviso se sentó a su lado a pesar de los múltiples asientos libres, las risas se convirtieron en nerviosismos, esta chica no era tan sociable y poco le agradaba estar con extraños, decidió de repente empezar a leer, de todos modos le era imposible "UN EXTRAÑO DEL CUAL SE ESTABA RIENDO ESTABA SENTADO A SU LADO" y fue como un huracán cuando el dijo
-Uff!! Que calor no cree?
-mmm Si? -respondió nerviosa -Que rayos acabo de hacer, era mejor ignorarlo aaahhhh -pensó
-Que estupendo libro, yo también lo estoy leyendo, no le parece interesante?
-Claro
-Usted es de pocas palabras no? disculpe si la incomodo, es que estaba cansado de estar solo...
-No se preocupe
-Gracias, a decir verdad ¿Me prestaría sus oídos? necesito desahogarme con alguien imparcial
-Esta bien -ella le miro fijamente, sus ojos eran tan penetrantes que casi lo perforaban, cerro su libro lo guardo y se dispuso a escucharlo.
El le contó sobre como una chica estaba rondando su cabeza hace tiempos y que en ese momento quería concentrarse en el mismo, también dijo algo sobre una pelea entre sus padres y no le falto mencionar algo de sus estudios universitarios. Al cabo de un tiempo se dio cuenta que era un poco "tarde", después de todo su casa quedaba un poco alejada y el metro tardaba poco mas de 45 minutos en llegar, ya eran las 5 de la tarde; amablemente se despidió de el, claro sin antes darle un consejo o mas bien decirle una pequeña frase -"La felicidad es prioridad" -el, mientras la veía alejarse, sentía un vació inexplicable, al darse cuenta de que no sabia ni siquiera su nombre empezó a repetirse mentalmente
-¡Que chica tan guapa!
Lo que duro muy poco ya que debía irse rápidamente a su casa, no quería que oscureciera antes de tomar el metro.
Al bajar rápidamente de pisos y entrar a la estación del metro, levantó la mirada y se fijo en una chica, la misma chica que lo había estado escuchando hace unos minutos, ella tenia unos audífonos puestos, mientras sostenía aquel libro que inicio su conversación y por primera vez la detallo perfectamente, una chica bajita, con cabello largo y claro, ojos grandes y verdes, cara pequeña y redonda, cuerpo delgado, pechos pequeños, caderas anchas y a pesar de el calor que hacia, traía puesto unos jeans rotos, junto un buso color rojo y zapatos bajos color negro; fijamente sostenía su miraba cuando su transporte llego y rápidamente lo abordo para darse cuenta que esta chica había hecho lo mismo, ahora estaba prácticamente junto a ella en una situación un tanto rara, el metro estaba avanzando rápidamente, pero, en la siguiente estación se lleno de inmediato, estaba casi estrujándola pero cuidadosamente intentaba no acercarsele demasiado para no incomodarla, en eso, noto que ella empezaba a temblar con cara de desagrado y rápidamente se dio cuenta de el tipo que estaba atrás de ella, de inmediato tomo su brazo y haciendo campo entre la multitud dentro del metro logro colocarla contra una ventana mientras sus brazos la rodeaban
-Deberías tener mas cuidado
-Deberías no seguirme, pero gracias -Respondió con un tono algo arrogante pero a la vez sorprendido, el simplemente se limito a sonreír y "protegerla"... Después de unos 30 minutos el metro empezaba a desocuparse sin embargo esa no era razón para que se separara de la somnolienta joven que tenia en frente y mucho menos para pasar la oportunidad de decirle
-Mucho gusto me llamo Noah y tu?
-¿¿¿No debiste empezar por ahí??? mi nombre es Sarah -respondió -Se que es mentira pero igual quiero que se vaya -pensó; de pronto el metro se detuvo y ella dándose cuenta dijo sin vacilar
-Adiós esta es mi estación -bruscamente se fue, parecía que estaba acostumbrada a ser así, mientras Noah se sorprendía ya que esa era la misma estación en la que debía bajar, ella se alejaba casi corriendo y el se colocaba muy bien su mochila para correr, el estaba decidido a conocerla, no sentía esa necesidad hace mucho y finalmente corrió tras ella...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario